jueves, 8 de mayo de 2014

Ludwin Alexander Meyer Vásquez y no he venido a imitar a nadie, sino a presentar mi autobiografía. Único, muy diferente al resto; auténtico. Trato de ser yo en todo momento.
Hablar de Ludwin, no es fácil para mí. Se preguntarán, ¿por qué? Simplemente en mi sano juicio, creo que uno mismo no es la persona indicada para calificarse como tal.
Soy un tipo alegre, chévere y muy sincero. Me gusta leer, escribir, conocer, explorar e ir más allá de lo tradicional. Con sueños y muchos, con un proyecto de vida muy bien definido, pero no quiere decir que no viva el día a día. Claro que sí. Uno no es pitoniso para saber qué pasará conmigo en unas horas o quizás mañana. Tenemos la vida contada y solo estamos en el mundo de manera breve para concretar alguno de los sueños que anhelábamos desde niño. Igual nada es eterno. Todo cambia, absolutamente todo.
Si hay algo que me define de manera clara, es que no vivo para agradar a nadie. Tampoco vivo pendiente del qué dirán como muchas personas y conocidos. Me dejo llevar por la razón acompañada de mis pensamientos, y algunas veces por el corazón que  va de la mano con mis sentimientos.
Las hipocresías y las mentiras nunca han ido conmigo, las detesto -quizás cuando estaba en el ‘cole’ lo hacía y ahora me río de aquellos momentos, que fueron bellos y gratos, pero eso es punto aparte- los doble clara, los traidores, los falsos, esos que viven y se desviven por tratar de caer en gracia y entrar a un colectivo de personas. Esos que cambian de personalidad cuando entran al Instituto o a la Universidad para acoplarse y ser un borrego más. ¡FARSANTES! Personas que carecen de autoestima. La bobería más grande que inunda nuestra sociedad.
Soy un convencido de que la unión familiar es el éxito de la persona, debido a que cumplen un rol fundamental para el crecimiento y desarrollo del ser humano. Tanto papá (mi men, mi ‘mentalist’, mi taita), mamá (mi patrona, mi renegona, mi protectora) y hermano (mi león, mi canguro, mi hermanito) son el soporte número que tengo.
Como no mencionar a la amistad, si gracias a este valor he conseguido grandes compañeros y amigos que hasta el día de hoy conforman mi círculo social.
En cuanto a mis gustos y pasiones, puedo decir que soy forofo del Club Universitario de Deportes, el veintiséis veces campeón, el primer equipo peruano en disputar una final de un certamen internacional como es la Copa Libertadores de 1972 y ganarla en la edición sub-20 el 2011. Cuanta grandeza, ¿verdad?
El género musical con el que llevo una enorme afinidad es el latin, género que lleva distintas corrientes musicales, que se si diferencia por tener un ritmo más alegre y jovial.
Actualmente, soy estudiante y estoy a punto de egresar la carrera técnica de Comunicación Integral en ISIL. Y así como estoy a punto de finalizar mi carrera, también finalizo con mi breve pero veraz ‘autobiografía’.

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